lunes, 27 de octubre de 2008


GABRIEL BORDA
REPRESENTANTE DE MAGAZINE, Y DIRECTOR DE PROFESSIONAL FIGHTERS, MERECIDO PRIMER PUESTO EN COMBATE, ULTIMA EDICION COPA KOSHO RYU

miércoles, 1 de octubre de 2008


Por Profesor Guillermo Fernández – Kung Fu – fernandezcw@yahoo.com.ar

La filosofía del Kung Fu

Con frecuencia oímos decir que las artes marciales son un camino de vida, pero difícilmente se aclara que significa esto y cuáles son sus alcances.
En China la tradición filosófica se basa fundamentalmente en el confucianismo, el cual influyó notablemente en la filosofía del Kung Fu. Sin ser esta la única corriente que influyó en el arte, sí fue la que más lo hizo en su estructura interna.
Su base fundamental se encuentra en la familia, siendo esta estructura llevada al resto del orden social, según la cual los miembros tienen jerarquía en función de su edad o antigüedad dentro de la familia.
El respeto por los mayores es un rasgo saliente de la relación familiar. En el Kung Fu Tradicional esto se ve aplicado por medio de la llamada “vida de Kung Fu”, la cual es el aprendizaje a través de la convivencia con los otros practicantes de la escuela. Esta relación tiene dos aspectos: 1) Relación Maestro – Discípulo y 2) Relación de Confraternidad.
1) Relación Maestro – Discípulo (Si-To): Es la que se da entre el profesor y el alumno. Está basada en el respeto, lealtad y celo hacia el Maestro, el cual cumple la función de orientar al alumno en su práctica y crecimiento para comprender el arte. Constituye una guía para que el alumno desarrolle lo mejor de sí mismo (es así que a través de este proceso se llega a la maestría). Por otra parte, el alumno debe saber que el Maestro no es perfecto ni absoluto, simplemente se encuentra en un nivel superior por la experiencia acumulada, lo cual le permite ver las cosas más claramente.
2) Relación de Confraternidad (Sihin-Dai): Cuando se ingresa a una escuela de Kung Fu Tradicional, aquellos más antiguos son denominados sihing (hombres) o sije
(mujeres), y los más nuevos sidai (hombres) o simui (mujeres). Ya que el Maestro no puede atender a todos los alumnos personalmente en todos los detalles, los mása nuevos son orientados por los más antiguos. Esta orientación no se refiere tanto a la técnica como a cuestiones generales como la conducta, costumbres y procederes dentro del lugar de práctica. Por otra parte, el sidai/simui debe realizar todo el esfuerzo necesario para retribuir la gentileza respetando a su sihing/sije, siendo enriquecidos ambos en forma recíproca.

Estas dos relaciones trascienden el lugar de práctica llevándose a la vida diaria, transformándose en una “experiencia de vida”. El conocimiento viene de la experiencia vivida, la cual no puede ser intelectualizada, solo debe ser vivida y sentida. Sólo así puede desarrollarse el Kung Fu como una auténtica "filosofía de vida”.
“El que conoce a los otros es hábil,
el que se conoce a sí mismo, sabio,
el que conquista a los otros es fuerte,
el que se conquista a sí mismo, poderoso”.

Tao Te King