miércoles, 24 de marzo de 2010

miércoles, 17 de marzo de 2010

EL NINJUTSU DE IGA Y KOGA RYU

El espíritu del Nindo nació en Japón por la necesidad de aquellos campesinos que oprimidos por las barbaries de los Shogunes del Japón feudal decidieron rearmarse para sobrevivir adoptando tácticas y filosofías de monjes Yamabushis, monjes guerreros de las montañas del Japón provenientes de naciones limítrofes que por motivos políticos o culturales tuvieron que apelar a la supervivencia, la creatividad, el hermetismo y el ocultamiento de su personalidad. Este origen es el misterio de la gestación del Nindo y es el que hace libre al nindoista con un sentido de justicia y libertad. Maestros del Shinobi solían retirarse en soledad en las montañas para entrenar (Yamagomori). Este período era considerado absolutamente esencial para la vida de un guerrero del Nindo. En la actualidad, el nindoista debe adaptarse a ser un guerrero en la ciudad, creando en su ser un propio lugar apartado, para vivir oculto – Shinobi Da - y aún seguir viviendo. El nindoista vive nindo secretamente (Yamagakure) compartiendo sus conocimientos cuando por las circunstancias sea necesario.
n la actualidad, las tradiciones de la Iga Ryu se fusionaron con las tradiciones de la Fujiwara Koga Ryu de ninjutsu del Soke Yoshiaki Yamato sama y del clan Yamada Iga ryu de la casa Yamada del actual maestro Sensei Yamada Tamashii hijo del ya desaparecido soke Yamada Yoru no Kaze, linaje que vive en el Nindo Haku Gun no Danketsu, escuela dirigida por el Soke Cives desde la Argentina. Sensei Cives lidera, como menkyo kaiden a la Fujiwara Koga ryu de ninjutsu para la difusión occidental y es desde el 15 de octubre del 2008 Soke de la Yamada Ryu de ninjutsu, que junto a la Cives Ryu forman los tres pilares mas importantes del nindo, ya que se unifican las dos ryu mas tradicionales, Iga y Koga, junto a el ninjutsu moderno.
El Nindo estudia el combate físico y el combate psicológico, solo hay que saber cuando utilizar cada uno de ellos ya sea cualquiera de sus 32 armas básicas o las 37 áreas de combate superior. Desde una simple técnica de defensa personal hasta una diagramación táctica de movimiento de tropas, con el conocimiento de los tres grados de combate, el de la mente, el de los tratados y convenios, y el ultimo, el de la lucha y el combate, hasta la conexión con los elementos de la naturaleza como eje primordial de la armonización. El arte de ocultarse o mantenerse invisible para el enemigo, constituye una parte integral del sistema de entrenamiento del Nindo,.realizándose campamentos de entrenamiento donde el aspecto furtivo cobra vida por medio de nuestras tácticas de combate, simulacros, toma de centinela, camuflaje, supervivencia, logística y pista de obstáculos. El nindoista domina el tiempo, el espacio y la velocidad, siendo características indispensables para un guerrero superlativo que sabe primero técnicamente y luego de forma instintiva aprovechar al máximo todas las variables de sus movimientos dentro del combate. Entre las armas mas significativas del nindoista se encuentra el Ninjato, espada recta de un filo, con su nakao cuadrado y compartimientos secretos. Su origen se remonta a las primeras katanas recortadas que fueron robadas a los samurais en combates. Estas primeras hojas eran curvas y se llamaban gatanas. Como dice el Sensei Cives, el ninjato representa nuestro linaje y la gatana representa nuestra libertad.
NINDO es tiempo, entendimiento y evolución, para liberar la técnica escapándose de las formas básicas o rígidas de otras disciplinas. NINDO enseña el dominio de 32 armas y Jutsus (métodos) de combate, requiriendo muchos años de práctica para dominarlos, convirtiéndose una vez incorporados en parte de uno mismo. El nindoista se caracteriza por su fuerza, astucia, sigilo e independencia, entrenado para operar por si solo, en forma individual, hasta lograr su objetivo. El alumno correcto será sin duda aquel que pueda asimilar con responsabilidad las enseñanzas a través de la práctica del Nindo. El DO como camino de iluminación interna y externa nos lleva a buscar un equilibrio preparándonos para lo inesperado, con un corazón integro e incorruptible que nos llevara al conocimiento superior. El Nindoista dominará el arte de la armonía y del espíritu, no solo aplicado al combate sino también a su propia filosofía de vida. Nindo nos enseña a enfrentar situaciones creyendo en la victoria antes de obtenerla.

Nindo comienza con la instrucción de una disciplina marcial que combate con nosotros mismos, controla nuestros miedos y nos muestra que las cosas que antes eran imposibles comienzan a ser posibles. Nindo aleja a la persona de lo conocido generando una soledad que será nutrida con nuevos conocimientos, nos impulsa a ser cada vez mejores, perfecciona la evolución individual, practicando, estudiando y descubriendo nuevas experiencias con resultados positivos en nosotros mismos y para quienes nos rodean. Por esto la elevación en el camino del Nindo es la recuperación de la esencia en los elementos, forjando el temple, convirtiendo al espíritu en el filo de una espada sintiendo solo pureza en todos los movimientos y actos que se realizan. Nindo es arte a cada instante y al igual que el aguila, nos presenta la oportunidad de volar por sobre los niveles mundanos de la vida, o por encima de la sombra de realidades pasadas.


El Nindo, guardián del templo nindoista, sustenta sus bases sobre creencias y ceremonias para desarrollar aquel pensamiento que hace libre al guerrero. Nindo oficia sus propias ceremonias elevando sus Kujikiris (unión de mantras y mudras que activan energéticamente al guerrero para la preparación de un objetivo). Nindo es vivir y entender diferentes aspectos del camino, mas allá del entrenamiento marcial, celebrando sus matsuris (festividades) como ser la festividad del Dondoh Matsuri, ceremonia del fuego, durante el mes de agosto, posterior al festivo tradicional de Tanabata y anterior al Bon Odori, guiando a nuestros ancestros a los antiguos hogares, siendo la ceremonia de Shogatsu de fin de año la culminación de un periodo personal.


Nindo nos forma en áreas como meditación, relajación, mantras, docencia, templando una personalidad que se redescubre y se pone a prueba en cualquier dirección sin importar la distancia. Shidoshi Calvar partió destino Asia para misionar por el sudeste asiático, difundiendo el Nindo para luego llegar al Japón, habiendo ya recorrido Australia, Nueva Zelanda, Camboya, Vietnam, Laos, Tailandia y Singapur. Después de recopilar material para su libro, el Shidoshi seguirá su camino hacia China, Nepal y el Tibet. El Nindo se encontró difundiendo su cultura marcial y dogmática en diferentes ciudades de América desde el mes de septiembre compartiendo experiencias en Bogota, Colombia con la Fundación del Maestro gran monje André Lemort, discípulo directo del gran Maestro Zen Taisen Deshimaru (1914-1982; maestro budista Zen cuyos conocimientos son heredados previos a la revolución Meiji).


La escuela Haku Gun no Danketsu no Nindo estrecha sus lazos con quienes compartan su misma esencia, incorporando a docentes, instructores y difusores que organicen en sus países y localidades eventos para la futura representación del Nindo, contando con seminarios, donde el Sensei junto a sus Shidoshis exhiben el arte del Nindo, proyectando al Nindo mas allá de cualquier frontera.

La orden de guerreros nindoistas es practicada en los dojos de aquellos maestros e instructores que hacen del Nindo su forma de vivir, haciendo arte a cada instante; Shidoshi E. Palermo san – Shinobi da Yama Dojo - . Shidoshi F. Calvar - Rai Ten Ryu no Nindo - , Shidoshi W. Godoy - Sei Jin Ryu no Nindo - , Shidoshi P. Godoy- .Kurai Ryu. Hombu Dojo – Donato Alvarez 1588, Buenos Aires, Argentina.

El Nindoista es proa en cualquier sentido ya que se encontrara a la vanguardia de las artes marciales custodiada por el mayor temple que el corazón de un guerrero pueda alcanzar.


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